El trabajo de Alix PEARLSTEIN con el vídeo y la performance explota el legado del minimalismo, el estructuralismo cinematográfico y la danza postmoderna para crear un espacio afectivo entre la cámara, el espectador y el sujeto de la acción. Trabaja con grupos de actores, utilizando de forma simultánea sus habilidades profesionales y su subjetividad con el fin de explorar el carácter, la actitud, la motivación, las relaciones, las dinámicas de grupo y las construcciones sociales, poniendo de relieve la superposición de los códigos que rigen el comportamiento y la actuación.
Pearlstein inserta sus obras en espacios en los que la convención performativa ha generado unas expectativas determinadas, provocando que la subjetividad de los actores involucrados aflore de modo tal que su comportamiento pueda parecer fuera de lugar o inadecuado en el contexto de la pieza. Al dirigir la atención del espectador hacia la persona que hay en cada personaje, hace que cobren importancia su actitud, su apariencia, sus características individuales y su particular modo de afrontar la actuación. Para ello se vale de una dirección que rompe la cuarta pared y que nos permite entrar directamente en la escena, suscitando una reflexión implícita en torno a cuestiones tales como la identificación, la empatía, la atracción o la repulsión.
La presencia de la cámara, su coreografía, se enfatiza constantemente con el fin de que el espectador tome posición y se implique en la acción. Las cámaras pueden ser visibles y comportarse como intrusos o como participantes. Las estrategias de la simultaneidad y de la grabación en tiempo real revelan la mecánica del proceso como un tema paralelo a la pieza mientras se explota la inmediatez, la contingencia y la intimidad propias de una actuación en directo. Una prenda, la inflexión de una sola palabra, un gesto, los incidentes que tienen lugar en los bordes de la acción central entregan pistas cruciales en torno al tiempo, el lugar y la emoción, delimitando un área de juego en la que lo espacial y lo psicológico se superponen.
Pearlstein ha expuesto individualmente en Samsøn (Boston); Ballroom Marfa (Texas); Atlanta Contemporary Art Center; On Stellar Rays (NY); Contemporary Art Museum (St. Louis); The Kitchen (NY); MIT List Visual Arts Center (Cambridge) y el Museum of Contemporary Art (Chicago). Ha participado en colectivas en Whitechapel Gallery (Londres); MoCA (Miami); INOVA (Milwaukee); BAM/PFA (Berkeley); SMAK (Bélgica); Whitney Museum of American Art (NY); ICA (Filadélfia); Biennale de Lyon (Francia) y en el MoMA (NY) entre otras. Sus performances se han visto en Art Basel (Miami); Park Avenue Armory; Esopus Space y Salon 94 (NY). Ha recibido el premio de la Foundation for Contemporary Arts 2011, forma parte del Máster de Bellas Artes impartido por the School of Visual Arts (NY) y pertenece al Consejo de Gobierno de The Skowhegan School of Painting and Sculpture.
Acerca de su vídeo experience, su contribución a RE-ACTION, Alix Pearlstein ha escrito: “En la pieza previa, de Oreet Ashery, el texto de Mayakovsky sobre "Lo sucio” crea un borde que enmarca la imagen. El título, “Lo sucio”, promueve una re-acción, una limpieza de la pizarra, una purga de la imagen. En mi vídeo la última palabra del texto de Ashery, “experiencia”, brota y se desvanece en el trasfondo arenoso que una vez habitaron las figuras torturadas de Duchenne de Boulogne.”
Pearlstein inserta sus obras en espacios en los que la convención performativa ha generado unas expectativas determinadas, provocando que la subjetividad de los actores involucrados aflore de modo tal que su comportamiento pueda parecer fuera de lugar o inadecuado en el contexto de la pieza. Al dirigir la atención del espectador hacia la persona que hay en cada personaje, hace que cobren importancia su actitud, su apariencia, sus características individuales y su particular modo de afrontar la actuación. Para ello se vale de una dirección que rompe la cuarta pared y que nos permite entrar directamente en la escena, suscitando una reflexión implícita en torno a cuestiones tales como la identificación, la empatía, la atracción o la repulsión.
La presencia de la cámara, su coreografía, se enfatiza constantemente con el fin de que el espectador tome posición y se implique en la acción. Las cámaras pueden ser visibles y comportarse como intrusos o como participantes. Las estrategias de la simultaneidad y de la grabación en tiempo real revelan la mecánica del proceso como un tema paralelo a la pieza mientras se explota la inmediatez, la contingencia y la intimidad propias de una actuación en directo. Una prenda, la inflexión de una sola palabra, un gesto, los incidentes que tienen lugar en los bordes de la acción central entregan pistas cruciales en torno al tiempo, el lugar y la emoción, delimitando un área de juego en la que lo espacial y lo psicológico se superponen.
Pearlstein ha expuesto individualmente en Samsøn (Boston); Ballroom Marfa (Texas); Atlanta Contemporary Art Center; On Stellar Rays (NY); Contemporary Art Museum (St. Louis); The Kitchen (NY); MIT List Visual Arts Center (Cambridge) y el Museum of Contemporary Art (Chicago). Ha participado en colectivas en Whitechapel Gallery (Londres); MoCA (Miami); INOVA (Milwaukee); BAM/PFA (Berkeley); SMAK (Bélgica); Whitney Museum of American Art (NY); ICA (Filadélfia); Biennale de Lyon (Francia) y en el MoMA (NY) entre otras. Sus performances se han visto en Art Basel (Miami); Park Avenue Armory; Esopus Space y Salon 94 (NY). Ha recibido el premio de la Foundation for Contemporary Arts 2011, forma parte del Máster de Bellas Artes impartido por the School of Visual Arts (NY) y pertenece al Consejo de Gobierno de The Skowhegan School of Painting and Sculpture.
Acerca de su vídeo experience, su contribución a RE-ACTION, Alix Pearlstein ha escrito: “En la pieza previa, de Oreet Ashery, el texto de Mayakovsky sobre "Lo sucio” crea un borde que enmarca la imagen. El título, “Lo sucio”, promueve una re-acción, una limpieza de la pizarra, una purga de la imagen. En mi vídeo la última palabra del texto de Ashery, “experiencia”, brota y se desvanece en el trasfondo arenoso que una vez habitaron las figuras torturadas de Duchenne de Boulogne.”